Presentation

Como primera opción para atenuar la respuesta vibratoria de los diferentes sistemas, los ingenieros encargados de la acústica y las vibraciones en los vehículos optaron por colocar masas, estratégicamente colocadas que absorbiesen la energía vibratoria de las resonancias. El efecto de estas masas es doble ya que por un lado desplazan la frecuencia de resonancia del sistema hacia un valor inferior y por tanto fuera del rango de excitación, y en segundo lugar caso de ser excitado el sistema por una frecuencia coincidente con la nueva frecuencia de resonancia, el valor de la amplitud sería menor.
Dentro de los materiales empleados específicamente para estas funciones destacan los conocidos como IFF´s o Bitumen pads, que no son otra cosa que placas de material bituminoso (masas asfálticas) que son colocadas en zonas del vehículo susceptibles de tener un comportamiento vibratorio molesto (techo, puertas, suelo). Para el posicionamiento y definición de estas masas los constructores han desarrollado una metodología que se basa en un análisis de sensibilidad de la respuesta modal de la estructura.
Aunque es una estrategia correcta desde el punto de vista vibratorio, las tendencias actúales en el sector del automóvil desaconsejan este tipo de soluciones. Los aportes de masas además de suponer un gasto extra a la hora de construir el vehículo suponen un coste alto en el mantenimiento del vehículo. La cantidad de energía que se disipa en este tipo de materiales es proporcional a los incrementos de velocidad al cuadrado.