La figura muestra curvas tensión-deformación para una espuma elastomérica, una espuma elasto-plastica y otra la cual es elasto-frágil. Tienen en general formas similares, pero por diferentes razones. Todas muestran un régimen elástico-lineal seguido por una meseta de tensión casi constante, finalizando en un régimen de brusco crecimiento de la tensión. Cada régimen se asocia con un mecanismo de deformación. En la primera zona, las paredes de las celdas se flexionan, dando una elasticidad lineal (material de las paredes de las celdas elástico-lineal). Pero cuando se alcanza una tensión crítica, las celdas comienzan a colapsar: en materiales elastoméricos el colapso se debe al pandeo elástico de las paredes de las celdas y por tanto es recuperable; en materiales con punto de fluencia plástica es por a la formación de rótulas plásticas en las secciones de máximo momento; y en materiales frágiles se debe al aplastamiento frágil de las paredes de las celdas; en los dos últimos casos, naturalmente, no es recuperable. Finalmente, a elevadas deformaciones, las celdas colapsan lo suficiente para tocarse las paredes de las celdas opuestas (o sus fragmentos rotos se unen) y aumentando la deformación se comprime el propio material de las paredes de las celdas. Esto da lugar a un rápido crecimiento de la curva tensión-deformación denominado densificación.