Las técnicas espectroscópicas están basadas en fenómenos de absorción y emisión de energía electromagnetica por parte de la materia. Los tipos de técnicas espectroscópicas más utilizadas son las siguientes: Ultravioleta-Visible (UV-V), Flourescencia y Fosforescencia, Infrarroja (IR), Raman, y Resonancia Magnética Nuclear (RMN).
En todas las técnicas, la radiación que absorbe o emite la muestra se define por dos magnitudes; su longitud de onda y su intensidad. Estas magnitudes se relacionan con la estructura molecular de las especies que absorben o emiten y con la concentración de éstas en la muestra. Es por esta relación con la estructura molecular y con la concentración, que las técnicas espectroscópicas resultan útiles para la caracterización de materiales.
Las espectrocopías IR y Raman están basadas en la excitación de estados vibracionales. En la espectroscopía infrarroja (IR) la molécula absorbe energía y salta de un nivel vibracional a otro, debido a que la vibración molecular lleva asociada un cambio en el momento dipolar. Sin embargo, el efecto Raman es un proceso de dispersión de luz y está relacionada con vibraciones moleculares en las que existe un cambio en la polarizabilidad de la molécula. Por ello, la información que proporciona ambas técnicas espectroscópicas es complementaria.