Para llevar a cabo un ensayo de tracción, se debe obtener la probeta apropiada. Esta probeta debe cumplir una serie de normas en cuanto a tamaño y características. Antes de realizar el ensayo, se debe calcular el área de la sección transversal de la probeta y marcar la longitud entre puntos.
Posteriormente, la probeta se sujeta entre las mordazas apropiadas de una máquina de ensayo y se aplica una carga de tracción.
Durante el ensayo se recogen los datos a una frecuencia determinada que dependerá del material y de la probeta que se esté ensayando.
Los datos que se registran durante el ensayo son la carga y la variación de la longitud entre puntos. La carga generalmente es medida por el sensor de fuerza incorporado en la máquina en pounds ó Newtons y la variación de la longitud entre puntos se determina a partir de un extensómetro. El extensómetro se fija a la probeta y mide las deformaciones sufridas dentro de la zona de la longitud entre puntos de la probeta durante el ensayo.